lunes, 4 de abril de 2011

Preciadazo



Resulta que sí, que nuestras dudas y preocupaciones en cuanto al Sporting eran acertadas. No funcionó el Madrid, no funcionó el trivote Lass-Sami-Granero, no funcionó Özil, no funcionó Adebayor. Y funcionó -vaya que sí- el Real Sporting de Gijón.

Agradecemos muchísimo que un club humilde como el Sporting haya llegado al Bernabéu con toda la intención de luchar por los tres puntos (que los haya conseguido ya no es tan bonito). Esto es señorío y deportivismo, señor Pellegrini. Mucha falta le hace a esta liga escocesa equipos que se crean que pueden sacar puntos contra el Madrid y el Barcelona.

Ahora bien, vamos al partido.

El Sporting se presentó con un mediocampo pobladísimo, únicamente con Barral en punta -tocó tres o cuatro balones en todo el partido, pero se esforzó muchísimo-, y De las Cuevas un poco más suelto para tratar de llevar una contra.

El Madrid salió con la alineación que dimos, ese 4-3-3 con Casillas en la portería, Ramos y Arbeloa los laterales, Albiol y Carvalho -ya se ve que Mou no se fía de las constantes lesiones de Pepe-; un mediocampo inédito entre Lass, Khedira y Granero; y arriba los tres disponibles, Özil, Di María y Manolito.

Varias cosas se habían conjuntado para hacer este partido aún más difícil: se jugaba tres días después de la maldita fecha Fifa, con lo que eso significa (Benzemá y Marcelo descartados), no jugaba Xabi Alonso -no se puede medir lo importante que es tolosarra para el Madrid-, y Cristiano seguía convaleciente. Cinco jugadores titularísimos fuera, casi medio equipo.

No debería ser excusa, pero sin embargo importa.

No funcionó en el primer tiempo el Madrid. Si no están cinco de tus mejores jugadores y encima de todo el mejor que tenés en la cancha no hace un buen partido, los problemas están asegurados. No estuvo bien Mesut Özil (al que vi bronceado, a lo mejor fue mi televisión...), y se notó mucho.

El Madrid dependió en exceso de Ángel di María, que es muchas cosas pero no un generador de fútbol. Excesivamente individualista, ayer el Fideo pareció la peor versión de Cristiano Ronaldo, disparando sin parar y sin pensar. Aún así, fue el mejor de un primer tiempo en el que no vimos ni una llegada importante del Sporting.

Esperaba que Mou cambiara al equipo al medio tiempo, quizás darle entrada a Canales al once y sacrificar uno de los tres centrocampistas, pero Don José no quiso. Confió en el mismo equipo para el segundo tiempo, y los primeros minutos parecieron darle la razón.

Diez minutos tardó Mou en hacer el primer cambio, sacando a un Granero desacertado para darle entrada a uno de los ídolos del Bernabéu: Gonzalo Higuaín.

Con Granero hay que tener paciencia. Se ve que no está listo para aguantar el peso de la creación de juego del Madrid el sólo -y digo lo de sólo por el discreto partido de Mesut Özil-. Granero funciona muy bien si lo acompaña Xabi Alonso.

Regresó el Pipa, entonces. Rugió el Bernabéu. ¡Qué gusto volver a verte jugar, Gonzalo! Tuvo una a los pocos minutos de entrar, pero su disparo al pase de di María lo repelió Juan Pablo.

Esperábamos todos que llegara le primer gol del Madrid para poder pensar en el Tottenham, pero no fue así. Tanto se tardó, que el Sporting marcó. Una gran contra llevada por Nacho Cases (gran partido del canterano) fue culminada por Miguel Ángel de las Cuevas con un disparo ajustadísimo al palo derecho de Iker. Era el minuto 79.

Recuerdo que yo me repetía una y otra vez "Sólo el Madrid es capaz de remontar esto, sólo el Madrid es capaz", pero mi cábala no tuvo resultado. Llegó el Madrid, con mas prisa y furia que orden y creatividad, pero llegó. Y muy cerca estuvo Adebayor de empatar, después Khedira, después Higuaín. No pasó ningún remate. O era la mano de Juan Pablo o la pierna de un defensa, pero no se pudo.

Final, entonces. El Madrid sabía lo que significaba la derrota: adiós a la Liga. Se vio en las caras de los jugadores, a los que Mou saludó uno a uno antes de salir del campo en reconocimiento al esfuerzo y la garra que pusieron en los últimos minutos.

Luego, gesto inmenso del entrenador del Madrid, que entró al vestuario del visitante -dónde algunos de los jugadores hasta lloraban de la felicidad- y saludó y felicitó a cada uno de los jugadores rivales que le acababan de arrancar el título y el récord más inverosímil que he visto: 9 años sin perder en casa en Liga.

Muy bien por el Sporting, y por Preciado, que se manejó bien y evitó polémicas luego de las canalladas del partido de la primera vuelta en el Molinón.

Mal el Madrid. Mal. Rescato a Lass, di María y a Sergio Ramos.

No nos queda más que concentrarnos en Champions, y en esa final de Copa del 20 de abril.

No me van a negar que sacar esos dos títulos sería una temporada magnífica.

En fin.

Hala Madrid.

4 comentarios:

  1. Puede que la liga esté perdida; como dijo Mou, matemáticamente sí la puede ganar aún, pero no creo que sea posible.

    A por la Champions y por la copa del Rey. Dos títulos sería la perfecta culminación de esta excelsa temporada. HALA MADRID señores.

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  2. y excelente análisis Teo.

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  3. Sinceramente mantengo la esperanza, aún quedan muchos minutos por jugar y no hay imposibles en el fútbol. Pero 2 de 3 es mucho mejor que nada, primero Dios lo sacamos ;)

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  4. Con un titulo que levanten contra este inmenso Barca será un triunfo para Mou, el mismo dijo que sus equipos carburan en el segundo año, si gana algo en el primer año será un fenómeno!

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